miércoles, 24 de septiembre de 2008

REVOLUCION LIBERTADORA

Perón fue depuesto alrededor del 20 de setiembre de 1955 por un levantamiento militar. El General Leonardi se hizo cargo del gobierno hasta noviembre de ese año, momento en el que lo reemplazó Aramburu en la Presidencia. A pesar de la diversidad ideológica de los miembros de la coalición civil-militar revolucionaria, los unía la idea de restaurar los principios políticos y económicos que regían antes de Perón y devolver a la Argentina a la senda de la que no debería haber salido. Entre los objetivos de política económica de los protagonistas de la Revolución Libertadora estaban el aumento de las exportaciones y el fomento de la acumulación de capital, dos temas sobre los que el peronismo había trabajado sin éxito en el último tramo de su administración. Los principales lineamientos de política fueron esbozados por el asesor económico y financiero de la Presidencia, Raúl Prebisch, en un documento titulado “Informe preliminar acerca de la situación económica”.
El contexto internacional no fue favorable por esos años para el comercio exterior argentino, ya que los términos de intercambio cayeron notablemente: en 1957 los precios eran un 13% menores que los de 1953, 36% menores que en 1950 y 44% menores que en 1948 . Además, los países compradores de las exportaciones argentinas estaban aplicando prácticas restrictivas. En consecuencia, a pesar de la política devaluatoria aplicada, no se lograron los resultados esperados. Por el contrario, se registraron déficits en el balance de pagos entre 1955 y 1958, las reservas declinaron y se acumularon las deudas comerciales.