lunes, 23 de junio de 2008

Una puesta de Antigona en el 2006


TEATRO: ENTREVISTA CON ANA YOVINO
Un clásico con cierta audacia
Una versión particular de "Antígona". La actriz tendrá a su cargo la composición de los cinco personajes.
María Ana Rago. Clarín. 16.02.2006
mrago@clarin.com

Una versión muy particular de Antígona, la tragedia de Sófocles, subirá a escena a partir de mañana en el CELCIT (Bolívar 825).

La joven actriz Ana Yovino tendrá a su cargo la composición de los cinco personajes de esta versión libre del poeta peruano José Watanabe, dirigida por Carlos Ianni.

En Tebas, pasada una guerra cruenta, Antígona quiere dar sepultura al cadáver de su hermano Polinices, general muerto en combate; pero el tirano Creonte considera a Polinices un traidor por haber vuelto las armas contra sus hermanos. Le niega, pues, las honras fúnebres. Pero Antígona viola la prohibición, es capturada, Creonte la condena a morir de hambre y sed encerrada en una cueva en la montaña.

La versión de Watanabe, protagonizada por Yovino, se presentó el mes pasado en el 2ø Festival Internacional de las Artes de Mérida, México. Antes, en Buenos Aires, se habían hecho cinco ensayos generales abiertos al público. Ahora, Yovino se prepara para el estreno oficial. Nunca había hecho un unipersonal y asumir Antígona fue un desafío grande. "Es un espectáculo en el que tengo que conectarme con la platea, narrarle la historia, mirar la cara de la gente y eso no es fácil, al principio me daba terror. Los ensayos con público fueron un buen entrenamiento", explica.

Esta versión está escrita en forma de poesía; los versos son libres, sin rima. "El riesgo era caer en el recitado, pero por suerte, pude evitarlo", dice Ana. Por su cuerpo y por su voz pasan cinco personajes a lo largo de la hora de función: la narradora, Antígona, Creonte, Tiresias y el guardia. Con el mismo vestuario y apelando a cambios de actitud corporal y de tonos de voz, logra interpretar a todos. "Es un juego muy interesante, porque me tengo que debatir conmigo misma. Hay un diálogo entre Creonte y Antígona. Cuando hago de Creonte, tengo todos los fundamentos para decirle a Antígona por qué dejé a Polinices sin sepultura. Y Antígona le responde que ella nació para amar, y ahí esgrimo argumentos contrarios", repasa.

En el espacio, pequeño, hay tres sogas colgadas "que se van transformando en hamacas, pinos, cuevas...", enumera la actriz, a quien le gustó muchísimo el texto desde que lo leyó por primera vez y sobre todo el final, que ofrece "una vuelta que conmueve mucho, porque la narradora se hace cómplice del espectador. Es una sorpresa".

Hasta hace muy poco, Ana hacía otra Antígona, la de Jean Anouilh, bajo la dirección de Dora Milea, en La Carbonera. "Para hacer esta nueva Antígona que estoy por estrenar, me despojé absolutamente de la anterior y el texto me ayudó a vaciarme. El hecho de hacer cinco personajes, en otro espacio y con otro director, permitió que no se me juntaran los trabajos; no tuve que hacer un esfuerzo para separarlas. Son dos experiencias diferentes", asegura esta joven que empezó a estudiar actuación a los 6 años.

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